El petróleo es el recurso más importante del mundo hasta ahora. Aunque la demanda de petróleo sigue disminuyendo en algunos sectores, como la calefacción y la iluminación de los hogares, hay otros ámbitos en los que la demanda sigue aumentando. 

Por ejemplo, sólo en el ámbito del transporte, se prevé que la demanda de petróleo pase de 81 millones de barriles diarios en 2016 a 98 millones de barriles diarios en 2030. 

Sin embargo, muchos creen que el pico del petróleo, cuando la producción alcanza un punto máximo y comienza a declinar, ha llegado ha llegado a su fin. Existen varias nuevas tecnologías que pretenden cambiar esta situación y ayudar a la industria petrolera a ser más sostenible. 

Aquí las cinco principales formas de conseguirlo:

 

1.Plataformas y equipos más eficientes

Los equipos y plataformas utilizados en la industria petrolera suelen tener entre 40 y 50 años, y muchos de ellos se utilizan hasta tres veces más allá de su vida útil original. 

A menudo, estas plataformas y equipos no están diseñados de forma óptima para la demanda actual. Unos diseños más eficientes podrían reducir la energía necesaria en la producción hasta en un 25%. 

Con diseños más flexibles, la industria petrolera podría incorporar mejor las tecnologías e innovaciones en evolución. Por ejemplo, los equipos diseñados para interactuar con la inteligencia artificial (IA) tendrán que tener características específicas para permitir su comunicación con otras máquinas.

 

2.Reutilización del agua producida y de los vertidos de petróleo

El agua producida es el agua que se encuentra junto con el petróleo en el subsuelo. En un entorno limpio, puede ser tratada y reutilizada en el proceso de producción de petróleo. 

Esto puede reducir la necesidad de agua dulce hasta en un 70%. Los vertidos, como el agua y el CO2 extraídos durante el proceso, también pueden limpiarse y reutilizarse.

 

3.Nuevas técnicas de exploración

Se están desarrollando nuevas técnicas de exploración para optimizar la producción de petróleo y gas. Los nuevos métodos de selección y análisis de datos, como las imágenes avanzadas, están ayudando a seleccionar los mejores lugares para la perforación. 

La inteligencia artificial se está utilizando para optimizar el diseño de los equipos que se utilizan para la perforación y la extracción. Se espera que estas técnicas reducen la cantidad de energía y las emisiones de CO2 necesarias para la producción hasta en un 40%.

 

4.Captura y almacenamiento de CO2

Capturar el CO2 de los gases de escape de las centrales eléctricas y otras instalaciones de producción y almacenarlo en depósitos subterráneos podría tener un  impacto positivo e importante en la industria petrolera

Esto podría reducir hasta un 70% las emisiones de CO2 de las centrales eléctricas, que se prevé que aumenten a medida que crezca la demanda de electricidad. El CO2 capturado se inyecta en depósitos subterráneos, que no se utilizan para ningún otro fin, y se almacena allí. 

Esto permite mantener el CO2 fuera de la atmósfera, donde podría causar importantes daños al medio ambiente. 

Es difícil predecir con exactitud la producción futura de los pozos de petróleo, por lo que el sector suele tener que estar excesivamente preparado para cualquier cambio repentino en el suministro. 

Las nuevas tecnologías, como la realidad virtual, pueden mejorar considerablemente la precisión de las previsiones al facilitar la reproducción de las condiciones reales en el laboratorio. 

Con la realidad virtual, las empresas también pueden hacer más eficientes sus procesos de producción. También, los científicos pueden crear y simular campos petrolíferos enteros y hacer cálculos sobre ellos. 

Esto puede ayudarles a descubrir problemas y a tomar decisiones sobre ellos antes de que se produzcan. La RV también puede utilizarse para formar a los nuevos empleados. Esto puede ayudarles a entender mejor los procesos complejos y a reducir el riesgo de errores durante su trabajo.

Las nuevas tecnologías e innovaciones son muy prometedoras para reducir la huella de carbono de la industria y el coste de producción. La única cuestión es la rapidez con la que se adoptarán estas tecnologías. 

Si la industria puede avanzar lo suficientemente rápido, podría seguir siendo una fuente esencial de energía para el mundo en los próximos 50 años.

 

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